Logo

miércoles, 1 de junio de 2016

ARTÍCULOS SOBRE HISTORIA SOCIAL DE ESPAÑA

"La esclavitud en las galeras españolas del siglo XVIII", en http://revistadehistoria.es/la-esclavitud-en-las-galeras-espanolas-del-siglo-xviii/
La esclavitud en las Galeras Españolas del siglo XVIII estaba compuesta de la denominada chusma, formada básicamente por dos grandes grupos: los esclavos y los forzados. La distribución del trabajo en galeras no distinguió entre esclavos y forzados. Ambos grupos se distribuyeron al remo en función de su fuerza física y no por su status. Remaron codo con codo, sin distinciones en la alimentación, vestido o cuidado sanitario.
Los esclavos eran propiedad real y debían servir de por vida en galeras. Su función principal consistió en realizar la boga, aunque también fue habitual que los que se consideraran de “confianza” y menor riesgo de fuga, se les encomendaran otro tipo de servicios.
Entre los diversos medios empleados para nutrirse de esclavos, el más corriente procedió de la captura en combate, causa por la que fueron llamados “moros de presa”. Y, cuando escaseaban, el sistema de aprovisionamiento de esclavos se completaba por medio de la compra. Ya, en menor medida, por cesión temporal de esclavos particulares.
"Dicho y hecho"​ histórico. En todas partes cuecen habas, en Antrophistoria (2-01.2017) http://www.antrophistoria.com/2017/01/dicho-y-hecho-historico.html.
¿Quién no ha oído alguna vez esta frase proverbial? Ya Cervantes la empleaba en el Quijote con una adición: “En todas casas cuecen habas; y en la mía, a calderadas”. En general,  se emplea cuando alguien tiene uno o varios contratiempos.
Este dicho encierra en realidad, tanto una queja como una lección: evitar el victimismo y superar los quebrantos que le ocasiona la mala fortuna, pues como el infante don Juan Manuel también decía en el Conde Lucanor, siempre hay alguien que recoge las cáscaras de los altramuces. Y éstos, eran los desgraciados que recalaban en galeras como forzados o como esclavos, pues vivían el infierno en vida y sobrevivían gracias a los calderos de habas.